Bienvenidos Locos Bajitos
Se me ocurre que vais a llegar distintos. No exactamente más
fuertes, ni más elegantes, ni más cautos. Tan solo qué vais a llegar distintos
pues vuestra presencia será recordada como la dinastía de los locos bajitos.
Seguramente nos habrán sorprendido a nosotros porque quizá vosotros, esos
locos bajitos, sabéis como os pensamos y os enumeramos.
Os habéis ganado el derecho de las alabanzas, de las
mitificaciones, de los ejemplos, de “erase se una vez un grupo vestido de
humildad que tocó el cielo con su profesión”, de las historias que contaremos.
Nos habéis entregado el derecho a soñar, a compartir momentos
irrepetibles, a llorar, a confiar en
nosotros, a coleccionar cromos con vuestros semblantes.
Defender vuestro fútbol como una trinchera. Defenderla del
escándalo, de las etiquetas, de la historia. Defenderla no con nombres sino con
hechos y aptitud. De ahí vuestra razón por persistir en vuestras metas. Seguiréis cambiándonos la cara, seguiréis
ofreciendo los buenos días, seguiréis siendo románticos, seguiréis no
cambiando, seguiréis haciendo caminos, caminos sobre el mar.
No os olvidéis que vuestros rostros nos miran como pueblo. Sonríe
y rabia y canta como pueblo y eso os da una lumbre inapagable. Ahora no tengo
duda que vosotros esos locos bajitos sois bienvenidos en el reino de los
elegidos. Sé que os vamos a querer sin preguntas.