Maneras de jugar

Influencias migratorias en los rivales del grupo de España

El caso Bosman revolucionó el fútbol con el ilimitado libre comercio de jugadores extranjeros, nacidos en la Unión Europea, en las diferentes competiciones.  En el transcurso de los años este avance dio pie a la emigración futbolística y al mestizaje de ideologías.

El 29 de junio de 2008 España se proclamó campeona de Europa. Dejando a un lado las apologías, cualidades e idearios la selección española contaba con jugadores en las ligas extranjeras. Reina, Arbeloa, Xabi Alonso y Fernando Torres jugaban en el Liverpool. Cesc  en el Arsenal.   Por lo contrario Senna, de origen brasileño, jugó para España. Esto aportó otras visiones de entender el fútbol.

 La inmigración hace ya tiempo que yacía en numerosos países de la comunidad Europea.  Francia, campeón del mundo 1998 y de Europa dos años más tarde estaba formada por varios jugadores de origen foráneo.  Este hecho enriqueció las escuelas futbolísticas y el comportamiento humano.

A día de hoy los jugadores emigran de su tierra a ligas extranjeras. El capitalismo, la desigualdad entre las ligas y la historia ha provocado el éxodo de jugadores.  Las estrellas de países con una densidad de población baja emigran a otras competiciones.  Jugadores como Modric, talentoso mediocampista croata,  se enriquecen de la competitividad en ligas como la inglesa.  

Expansión Croata

Croacia es un ejemplo del binomio baja densidad de población y liga inferior. Debido a esto sus grandes figuras se encuentran repartidas por el continente europeo. Inglaterra y Alemania son los principales destinos.  Destacan los centrocampistas Modric (Tottenham) y Rakitic (Sevilla). Los centrales del Lyon (Lovren y Simunic). Srna quien sonó como posible fichaje del Barça en 2008 ocupa la banda derecha. Arriba el peso cae sobre Olic (Bayer de Múnich). En sus filas cuentan con dos brasileños, Eduardo da Silva (Shakhtar y ex del Arsenal) y Sammir (Dinamo Zagreb).  Todos comparten  nacionalidad pero difieren en maneras de jugar. Se han tenido que adaptar al ritmo de cada competición.

En su misma situación se encuentra Irlanda del Norte. A diferencia de los croatas todos los jugadores se encuentran en las islas británicas a excepción de la estrella del equipo Robbie Kean (L.A Galaxy). La mayoría juegan en Inglaterra como el caso de Simon Cox (West Bromwich Albion) y Glenn Whelan (Stoke City).

Italia se abre al mundo

Los italianos acostumbrados a entender el fútbol de una sola manera, la suya. Abren las puertas a nuevos descubrimientos. Giuseppe Rossi criado en Inglaterra y Villareal aporta la diferencia en el combinado italiano. Balotelli de padres ghaneses se está consolidando tanto en la liga inglesa como en Italia. El jugador argentino Osvaldo ha sido convocado recientemente con la squadra azzurra.

En cuanto al resto de la plantilla juegan en Italia.  No es usual ver a un futbolista italiano transmigrar.  

La diversidad de nacionalidades ha aportado frescura al fútbol, nuevos conceptos, ampliaciones de retos y percepciones.  La moneda extranjera cobra cada vez más fuerza y las sociedades se unifican.

¿Juego, Amor o Negocio?

En los últimos años la inversión en las ligas europeas de futbol  por parte de capitalistas extranjeros se ha multiplicado.  Muchos son los equipos que se encuentran en manos de inversores extranjeros principales de los Emiratos Árabes,  Rusia y Asia. En la mayoría de los casos los inversores adquieren un paquete accionarial (superior al 60% para actuar con libertar) y se hacen cargo de la deuda del club. Una de sus virtudes es el desembolso de capital para hacer frente a una plantilla competitiva con aspiraciones reales a objetivos serios.  En muchos casos todos estos objetivos se cumplen véase el Chelsea, Manchester City… Pero en otros casos supone una burla para las arcas del club y el escándalo público. En resumidas cuentas utilizan el nombre del club para un fin propio con secreto de sumario. Robar.

¿Cuál es el fin real o primordial de la compra de los equipos de fútbol?

En la actualidad se sabe que la compra de los equipos y sus respectivos gastos no aporta ninguna contribución económica para poder subsistir.  En este apartado existen diferentes porqués de la compra de equipos de fútbol:

-          Para dar a conocer en occidente la imagen de los Emiratos Árabes.  Una mejor relación oriente-occidente y la apertura a nuevos mercados. La mayoría de jeques que adquieren clubes no buscan beneficios. En muchas ocasiones  buscan un entretenimiento donde poder destinar dinero del petróleo.

-    Para los magnates rusos la inversión tiene mucho que ver con el miedo a que les persigan: cuando Abramóvich compró el Chelsea, un par de oligarcas rusos que no escaparon a Londres fueron encarcelados en Moscú. Y ese también fue el caso de Thaksin Shinawatra, ex primer ministro de Tailandia, que adquirió el Manchester City para salir en la prensa inglesa y pedir asilo político.
-    Con ánimo de lucro. Sino que se lo pregunten a Ali Syed propietario del Racing de Santander. Después de comprar el club cántabro este empresario indio tuvo que huir debido a una orden de busca y captura por parte de la Interpol. Sigue desaparecido. 

¿Existe la palabra amor en el fútbol? La palabra amor murió con el amateurismo. Cuando el futbol  se convirtió en negocio,  sociedad anónima, números, bolsa de valores la pasión por el futbol se diluyo.  A pesar de eso aún podemos encontrar  algunos equipos de fútbol donde la propiedad del club recae en los socios. Eso nos da a pensar que la esencia aún se mantiene. En este apartado no quiero cuestionar la acertada y correcta actitud de algún que otro presidente o propietario a la hora de gestionar su club. El amor por las cosas bien hechas (y con poco dinero) hace que a veces algún equipo de futbol se pueda consolidar. Podríamos decir que el amor existe aunque sea vergonzoso (bastante).