En los últimos años la inversión en las ligas europeas de futbol por parte de capitalistas extranjeros se ha multiplicado. Muchos son los equipos que se encuentran en manos de inversores extranjeros principales de los Emiratos Árabes, Rusia y Asia. En la mayoría de los casos los inversores adquieren un paquete accionarial (superior al 60% para actuar con libertar) y se hacen cargo de la deuda del club. Una de sus virtudes es el desembolso de capital para hacer frente a una plantilla competitiva con aspiraciones reales a objetivos serios. En muchos casos todos estos objetivos se cumplen véase el Chelsea, Manchester City… Pero en otros casos supone una burla para las arcas del club y el escándalo público. En resumidas cuentas utilizan el nombre del club para un fin propio con secreto de sumario. Robar.
¿Cuál es el fin real o primordial de la compra de los equipos de fútbol?
En la actualidad se sabe que la compra de los equipos y sus respectivos gastos no aporta ninguna contribución económica para poder subsistir. En este apartado existen diferentes porqués de la compra de equipos de fútbol:
- Para dar a conocer en occidente la imagen de los Emiratos Árabes. Una mejor relación oriente-occidente y la apertura a nuevos mercados. La mayoría de jeques que adquieren clubes no buscan beneficios. En muchas ocasiones buscan un entretenimiento donde poder destinar dinero del petróleo.
- Para los magnates rusos la inversión tiene mucho que ver con el miedo a que les persigan: cuando Abramóvich compró el Chelsea, un par de oligarcas rusos que no escaparon a Londres fueron encarcelados en Moscú. Y ese también fue el caso de Thaksin Shinawatra, ex primer ministro de Tailandia, que adquirió el Manchester City para salir en la prensa inglesa y pedir asilo político.
- Con ánimo de lucro. Sino que se lo pregunten a Ali Syed propietario del Racing de Santander. Después de comprar el club cántabro este empresario indio tuvo que huir debido a una orden de busca y captura por parte de la Interpol. Sigue desaparecido.
- Con ánimo de lucro. Sino que se lo pregunten a Ali Syed propietario del Racing de Santander. Después de comprar el club cántabro este empresario indio tuvo que huir debido a una orden de busca y captura por parte de la Interpol. Sigue desaparecido.
¿Existe la palabra amor en el fútbol? La palabra amor murió con el amateurismo. Cuando el futbol se convirtió en negocio, sociedad anónima, números, bolsa de valores la pasión por el futbol se diluyo. A pesar de eso aún podemos encontrar algunos equipos de fútbol donde la propiedad del club recae en los socios. Eso nos da a pensar que la esencia aún se mantiene. En este apartado no quiero cuestionar la acertada y correcta actitud de algún que otro presidente o propietario a la hora de gestionar su club. El amor por las cosas bien hechas (y con poco dinero) hace que a veces algún equipo de futbol se pueda consolidar. Podríamos decir que el amor existe aunque sea vergonzoso (bastante).
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